4:30 | Autor Iglesia Hogar
Medio millón de jóvenes, según estimaciones de la organización, ha asistido esta tarde a la misa inaugural de la XXVI Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que ha tenido lugar en la Plaza de Cibeles y ha sido presidida por el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela.

A pesar de que la celebración ha comenzado a las 20,00 horas, peregrinos han llegado a la Plaza de Cibeles hasta ocho horas antes para coger sitio, según han explicado varios grupos que se encontraban en primera fila antes de la celebración.

Tras la comunión, durante la que los peregrinos han ondeado sus banderas al tiempo que las voces del coro, el cardenal ha bendecido las medallas con la imagen de la patrona de Madrid que los asistentes llevan en sus mochilas, y se las ha entregado personalmente a cinco jóvenes que han subido al altar.

Además, durante la celebración ha estado expuesta la reliquia del Beato Juan Pablo II, una ampolla de sangre extraída por motivos sanitarios las semanas previas a su fallecimiento, a quien ha estado dedicada la misa de inauguración de esta Jornada. La reliquia, que, según ha explicado el cardenal, es un regalo del arzobispo de Cracovia, Stanislaw Dziwisz, se quedará en la Catedral de la Santa María la Real de la Almudena, en Madrid.